En la Pirámide de Maslow están representados de forma gráfica y con peldaños los cinco niveles de necesidades que puede tener todo ser humano, y se considera la idea de que sólo cada vez que cubrimos completamente un escalón, pasamos al siguiente, pero no antes.
En esta infografía se relacionan las necesidades perseguidas por todo ser humano con las nuevas tecnologías y las distintas redes sociales, y es curioso observar cómo éstas pueden estar inmersas en nuestras vidas sin que apenas seamos conscientes de ello.
En el escalón más básico se encuentran las necesidades fisiológicas, las que cualquier ser humano tiene que tener cubiertas para poder vivir: comer, dormir, respirar, etc. Pues bien, en nuestra sociedad actual, parece ser que para muchas personas, especialmente jóvenes, nos es casi tan necesario como todo esto el… ¡¡tener un Smartphone con conexión a internet!!
Una vez cubiertas estas necesidades básicas, en el segundo escalón perseguimos la seguridad personal, familiar, de empleo, de vivienda y de recursos económicos. Pero para el adicto a las redes sociales a todo esto debe de unir la necesidad de que su arsenal tecnológico esté siempre perfectamente protegido: le surge la necesidad de tener antivirus, contraseñas y por supuesto… ¡la funda para su querido Smartphone! Un arañazo en su apreciado artefacto le puede causar casi tantos quebraderos de cabeza como la búsqueda de empleo.
En los siguientes escalones, el de afiliación y el de reconocimiento, encontramos las necesidades de pertenencia y de desarrollo afectivo, como la amistad, el afecto y la aceptación social, y las necesidades de autoestima o reconocimiento dentro del grupo social. Para nuestro adicto esto también tiene su reflejo en las redes sociales, pues por medio de Twitter, Facebock, o Google+ puede cubrir parte de esas necesidades. Puede tener una enorme cantidad de contactos con los que intercambiar información, aspiraciones, deseos, etc. hasta tal punto que tener un elevado número de seguidores puede llegar a ser una especie de distintivo social o de influencia. Por desgracia para muchos de estos adictos, tener muchos amigos en la red, no les garantiza tener ni uno sólo en el mundo real.
Finalmente llegamos al punto más alto de la pirámide, el de la perseguida Autorrealización, que algunos consiguen por ejemplo en Twitter, cuando se convierten en tuitstars, cuando cientos o miles de personas les retweetean, consiguen miles de seguidores o, ¡y esto ya es el colmo de la auto-realización virtual!... cuando te responde un famoso a un tweet. Algunos en este punto…. ¡se estarían clavando en la punta de la pirámide!
Creo que establecer una relación entre cubrir necesidades reales con consecuciones virtuales no es más que una exageración, puesto que existen necesidades en las que es necesario el contacto humano, como dar un abrazo a un amigo o decirle a alguien te quiero y, salvo en aquellos casos que supongan una adicción extrema, no pueden quedar cubiertas por Facebook, Twitter o la red social de Google.
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