sábado, 30 de marzo de 2013

LA CLASE INVERSA: La autogestión del aprendizaje

               Enlace: Qué es Flip Teaching, Flipped Classroom o Clase Inversa.
              En la búsqueda constante por encontrar  nuevas y novedosas estrategias  pedagógicas, se ha abierto un debate sobre la conveniencia o no de implementar en los procesos de aprendizaje una técnica denominada Flip Teaching, Flipped Classroom o Clase Inversa.   
            Esta técnica de clase inversa consiste básicamente en que la clase que el  profesor ha impartido tradicionalmente a los alumnos en clase, es sustituida por su grabación en vídeo para que los éstos la vean en su casa y posteriormente en clase trabajar esos contenidos con el profesor y con el grupo. El papel de la escuela y del hogar se intercambia, y ver en vídeo la clase del profesor pasa a ser la tarea de casa.
Pero, como todo en esta vida, tiene sus “pros” y sus “contras”. A favor de este tipo de iniciativas podemos poner el hecho de que el estudiante puede llevar su propio ritmo de aprendizaje: el hecho de que la clase esté grabada permite que se pueda detener en aquellos puntos que le cueste más de comprender, ir hacia delante en la explicación, rebobinar, etc. En una clase normal el profesor va avanzando y en ocasiones no todos los alumnos son capaces de coger apuntes o de entender la explicación, en cambio de esta forma el estudiante no avanza hasta que no aprenda lo que está estudiando y puede volver a un punto determinado de la explicación cuantas veces necesite. Otra ventaja es el hecho de que al estar las clases grabadas están disponibles para aquellos alumnos que por cualquier circunstancia deban faltar a clase. Nadie se queda atrás por este motivo. Y otro aspecto muy importante es el hecho de que los padres pueden tener una idea mucho más precisa del tipo de educación que reciben sus hijos, al mismo tiempo que pueden colaborar con el propio estudiante para la resolución de algunas dudas. Además, cabe destacar el hecho de que este tipo de educación favorecería el desarrollo de dos competencias básicas esenciales, por un lado la competencia digital y tratamiento de la información, y por otro lado la competencia para aprender a aprender.

            En el campo de los “contras” se pone el hecho de que si todos o la mayoría de los profesores adoptan este método, el alumno se verá en la necesidad de dedicar demasiadas horas a ver los vídeos, con el consiguiente cansancio físico y excesiva exposición  a la pantalla del ordenador. Por otra parte, no todo el mundo tiene a su disposición ordenador y aún menos acceso a internet (aunque esto es algo cada vez más generalizado), por lo que se puede dar el caso de que aquellos estudiantes que no dispongan de estas herramientas tengan mucha menos oportunidad de aprender que los demás.

            Pero pienso que, por encima de todos estos “pros” y “contras”, está el hecho de que este tipo de estudio supone que la responsabilidad del aprendizaje pasa a ser en mucha mayor medida del estudiante y no creo que actualmente la sociedad esté preparada para que el profesor deje en manos del alumno buena parte de esa responsabilidad. Deberíamos tender hacia esto, pero en la actualidad la exigencia de que los alumnos aprendan recae sobre los profesores, de los que se espera que sean los que eduquen a los estudiantes. Mientras que no exista un cambio de mentalidad y seamos conscientes de que el interés por aprender debe partir del propio alumno, creo que no será fácil introducir la “clase inversa”.

            Aquí os dejo un enlace que os permitirá ampliar la información acerca de este tema: La clase inversa (Flipped classroom) y sus tecnologías


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